Por Levy Benshimol 

La Candelaria es una de las 22 parroquias que conforman el Municipio Libertador del Distrito Capital. Posee 1,23 kilómetros, limita al norte con el parque nacional Waraira Repano, la Parroquia San Bernardino y la Parroquia San José, al sur con la Parroquia San Agustín, al este con la Parroquia El Recreo y al oeste con la Parroquia Catedral y la Parroquia San Bernardino.

Esta emblemática zona de Caracas fue creada en la época hispánica colonial, el 25 de agosto de 1750, con inmigrantes procedentes de las Islas Canarias. Su  nombre proviene de la Virgen de La Candelaria, patrona de dicho archipiélago español y,  a lo largo del siglo XIX y XX numerosos inmigrantes,  además de los canarios, gallegos, vascos y portugueses,  han  generado costumbres y tradiciones, que le han conferido su propia identidad.

Museos, iglesias y cines

En lo cultural La Candelaria posee los mejores lugares de la capital, tales como  El Museo de Ciencias Naturales, el Museo de Bellas Artes, el Museo  Nacional de Arte Contemporáneo,  el  Museo de Los Niños y el Teatro Teresa Carreño.  En lo religioso están los templos:  La Iglesia de La Candelaria, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia de Santa Rosa, la Iglesia  Cristiano-Maronita de San Charbel y la Iglesia Bautista.  En lo cinematográfico, la parroquia contó con cines como El Rex, El Anauco, El Apolo y El Imperial, éste último el primer cine en Caracas con pantalla panorámica  y sillas reclinables y el célebre Teatro Caracas  que, por su estilo, era la competencia de los Teatros Municipal y Nacional.

La plaza de La Candelaria es un sitio emblemático de esta parroquia, donde los residentes,  los visitantes y hasta las palomas hacen de las suyas. Foto Julio Mesa. 

Entre tapas, cañas y algo más

Si algo distingue a esta parroquia es, sin lugar a dudas, su gastronomía. Cuenta con restaurantes españoles, italianos y criollos, entre los cuales podemos destacar, en la cocina española: La Cita, El Basque, El Pozo Canario,  El Dena Ona, El Barco de Colón, Perenquén, La Carabela, Don Comodo, Guernica, Casa Bermeo, Casa Farruco y La Tertulia, en la comida italiana, el más destacado  es la Casa de Italia y en la comida criolla, el de mayor popularidad,  en  muchas décadas, fue el célebre Jaime Vivas (ya desparecido). También es bueno recordar que la primera pizzería  que se instaló en Caracas fue la del actor argentino Tranquilino, en la esquina de La Cruz de La Candelaria, establecimiento  que hizo historia en la Caracas de los finales de los años 50  y en década de los 60.

Sitio de historia y política

Además de los museos y los restaurantes, la parroquia posee aéreas ambientales  como  parte del Parque Los Caobos, La Plaza Carabobo, la Plaza Rafael Urdaneta y  la Plaza de La Candelaria. En esta última, en los tiempos de la Colonia, Juan Francisco de León, un inmigrante canario cultivador de cacao, que  se rebeló contra la compañía Guipuzcoana,  provocó una  revuelta que  fue aplastada  por el general Felipe Ricardos. De León fue ejecutado por ese hecho y su casa arrasada y sembrada con sal para que en ese lugar no se edificara construcción alguna  y sirviera de modelo de lo que no se debía hacer. Fue por esta razón que allí se construyó la Plaza de La Candelaria, en donde por  mucho tiempo  estuvieron las estatuas de José Gregorio y José Tadeo Monágas para rememorar la abolición de la esclavitud en Venezuela.

En La Candelaria, lo nuevo y lo viejo se dan de la mano. Foto Julio Mesa.

La Parroquia de La Candelaria ha sido conocida también  como cuna de movimientos políticos, ya que entre las esquinas de Manduca a Ferrenquín, en la casa de Antonio Leocadio Guzmán, se  fundó el partido liberal y entre las esquinas  de Candilito y Cruz de La Candelaria, en el edificio Ugarte,  Rafael  Caldera, firmó el acta constitutiva del partido Comité Político  Electoral Independiente, COPEI.

Cuentos y leyendas

La Candelaria como parroquia no ha dejado de  tener sus leyendas de fantasmas. A  su gente le gusta contar los cuentos  de la salida de las animas, en la esquina de su mismo nombre, del hombre encadenado en la esquina de Manduca, así como recordar las prácticas de los jóvenes de las décadas de los 50 y 60 de ir a la Plaza de Candelaria a jugar “pelotica de goma” o  pelotas contra la pared, de patinar en las misas de aguinaldo,  de ir los  domingos a la misa de 9 a encontrase con la “noviecita” y el estudiar para  los exámenes  finales  con la sillita de extensión, en  las madrugadas, en  la  Plaza Carabobo.

En la Candelaria hay lugar para todo

En lo educativo, la parroquia contó con la “escuelita de Doña María”, donde los niños aprendían las primeras letras, la Escuela Vicente  Landaeta, con dos turnos, de día y el de noche (para los adultos), la Mariño, para las niñas, la Escuela Anzoátegui,   el Liceo  Rafael  Urdaneta, el Liceo Ávila, El Liceo Alcazar,  el Colegio América, el Colegio Moral y Luces, el Instituto  Arturo Michelena, el Colegio Salesiano, y  el Liceo Andrés Bello, el cual todavía se mantiene,  entre otros centros de enseñanza.

La Candelaria contó y cuenta también con sedes  de medios de  comunicación social, tales como el diario El Gráfico y la emisora radial Radio Continente, las Revistas Bohemia y Momento y en la actualidad con las instalaciones del  diario El Universal. Además  la parroquia hace alarde de poseer  importantes centros asistenciales como: La Cruz Roja, la Clínica Razetti, la Clínica Stroy Ruíz y el Centro Médico,  entre otros.

De igual manera ha sido asiento del Cuartel  del  Ilustre Cuerpo de Bomberos de Caracas, de  la fábrica de Cerveza Caracas, de los  prestigiosos Hoteles Waldorf y Ávila, del Club Social Casa Blanca (hoy Hermandad Gallega), de la fábrica de cigarrillos Victoria, así como de las oficinas de la empresa Aérea Pan América,  de Venezolana Internacional  de Aviación (Viasa),  de la línea Aérea española IBERIA, de la Creole Petróleos Corporación, la Seguridad Nacional (policía política del régimen del Presidente Marcos Pérez Jiménez), del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS), de la Electricidad de Caracas y de la Comandancia General de la Fuerzas Armadas Bolivarianas. También se encuentran el Banco Mercantil, Banco Provincial, Banco de Nacional de Crédito, el Ministerio del Poder Popular del Interior justicia y Paz, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo.
La Candelaria se caracterizó por ser la parroquia de las casas  familiares,  de los Pardos, de los Sosas, de los Navarros, de los Mijares, de los Bustamante, de los Anzolas, de los Benshimol, de los Alcántaras, de los Moras,  de los Acuñas, de los Pinedas, de los Hurtados, de los González, de los Suárez, de los Rodríguez, de los Mosquera,  de  los Marín, de  los Panche, de los Nuñez Ponte, de los Level, de los Acostas, de los Arrietas, de los Caicedo,  de los Barelas,  de los Guerras, de los Ruíces, de los Piñeros, de los Blanchar,  de los Chirinos  y la de  otros tantos apellidos.

Calle Guillermo José Schael. Foto: Julio Mesa

Al llegar el   modernismo  a La Candelaria  ese concepto familiar de vecindario se fue perdiendo y le dio paso a una parroquia más comercial con otra visión  y misión de ser, quedando así los recuerdos del tranvía que atravesaba algunas  calles y  que paraba  en  la estación Bolívar, frente a la plaza La Candelaria,  de los ricos panes de jamón que elaboraba la Panadería Ferrequín en el mes de diciembre,   de los gritos de pregón para vender  los dulces  criollos,   la miel de abeja,  los aguacates guatireños,   los gritos del chichero y  del amolador y del toque de puerta de  los “turcos”, que cada sábado vendían y cobraban su mercancías, de los limpia botas de la plaza, del desfile de carnaval por la avenida Urdaneta y del gran templete que se instalaba  en Plaza Urdaneta, los días del Rey Momo, para que la gente bailara y se divirtiera, tiempos  aquellos  que hacían de esta pintoresca zona caraqueña  un remanso de paz, de  unión,  de armonía y de buen vivir.

La Candelaria está ahí, adaptándose a los cambios que la modernidad le demanda, pero fiel a su historia, tradiciones y costumbres.

 

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